La vicepresidenta Harris asestó golpes repetidos al ex presidente Trump durante su primer debate presidencial, atacando sus condenas criminales, declaraciones incoherentes y posiciones impopulares sobre temas como el aborto.
Este fue un debate muy diferente para Trump en este ciclo que el de junio que efectivamente sacó al presidente Biden de la contienda, y su desempeño parecía poco probable que atrajera a muchos votantes moderados indecisos.
Harris parecía centrarse en los puntos sensibles de Trump, provocándole respuestas belicosas y ocasionalmente confusas sobre temas como el aborto y el tamaño de sus multitudes en los mítines. Presionado sobre el 6 de enero, Trump negó su culpabilidad y se refirió a la policía que defendió el Capitolio como "el otro lado".
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