La Corte Suprema de los Estados Unidos ha permitido que la administración Trump comience a hacer cumplir su prohibición de que las personas transgénero sirvan en el ejército, revocando las órdenes judiciales de instancias inferiores que habían bloqueado la política. La decisión significa que, por ahora, las personas transgénero pueden ser excluidas del servicio militar, una medida que los críticos consideran discriminatoria y sin respaldo de evidencia. Esta acción es parte de un esfuerzo más amplio de la administración Trump para revertir los derechos LGBTQ+, alineándose con los objetivos del Proyecto 2025, a pesar de la distancia pública de Trump de la iniciativa. La política específicamente apunta a aquellos con disforia de género, generando preocupaciones sobre la equidad y la inclusión en las fuerzas armadas. El fallo ha provocado una controversia significativa y un debate sobre los derechos de los estadounidenses transgénero.
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